lunes, 30 de noviembre de 2015

"Érase" por Alfredo Aranda, publicado en el Periódico Extremadura

Érase una vez un país abochornado por su clase política, una España difusa de hipotecado presente e incierto futuro. Un territorio abandonado a las "leyes" de los mercados, a la presión que ejercen las empresas del Ibex 35 y sometido a las prescripciones de la troika. Erase un reino donde los lobbys, con la aquiescencia del gobierno de turno, devoran a los ciudadanos, que son tratados como ganado que tiene que producir, al que hay que exprimir hasta el tuétano. Erase una nación donde aquellos que insultan a la ciudadanía, recortando --por ejemplo-- los servicios públicos o rescatando bancos con el dinero de todos, están solo a dos soflamas políticas de volver a convencer a aquellos que someten.
Erase un país bidimensional, sin profundidad, desamparado y dejado a la deriva como los restos de una vieja barca de madera que desaparecen en las profundidades del piélago. Una nación como ésta, digo, no está llamada a ser, sino más bien a depender y a obedecer a los poderes fácticos que controlan sus designios.
Erase un reino desequilibrado donde se recortan los derechos de muchos y se aumentan los privilegios de unos pocos, un país ajeno a todas las igualdades, donde los resortes del Estado están imbuidos de una rigidez intencionada para que poco cambie aunque cambie el gobierno. El bipartidismo ha blindado el privilegio de una minoría a costa de la vida desatendida de la mayoría.
 ÉRASE una vez un estado ineficiente, donde la iglesia no paga el IBI, y las eléctricas han convertido la energía en un lujo por su desorbitado precio. Un país de sueldos mínimos y jornadas por horas donde llegar a final de mes es una aspiración cada vez más lejana, y donde adquirir estudios universitarios se convierte en una carrera de obstáculos económicos.
Erase una vez un país donde se recorta en atención sanitaria, en educación, en servicios sociales, donde se bajan los sueldos y se suben los impuestos. Un pueblo asfixiado que asiste atónito al espectáculo de la corrupción política: caso Gürtel, caso Palma Arena, operación Malaya, caso de los ERE, caso Pujol... mientras los derechos sociales son pisoteados con total impunidad.
Un país, érase que se era, con mucho cuento y muchas cuentas en Suiza, donde corruptos, explotadores, sedicentes... nos precipitan a un pozo de amargura. Es hora del "¡basta ya!", el pueblo tiene la palabra.

martes, 17 de noviembre de 2015

"Los Perpetradores" por Alfredo Aranda, publicado en el diario Hoy el 17/11/15



"NO a la Lomce" ha sido, y sigue siendo, el grito de auxilio que ha recorrido, de parte a parte, toda España. Desde Tarifa a Santander, desde Mahón a La Palma, toda una marea verde de indignados ha expresado su disconformidad con una ley retrógrada, injusta y malintencionada. La fatal ley carece, entre otras muchas cosas, de una potenciación real de la Formación Profesional, no resuelve los problemas de la escuela rural, ni establece la creación de plazas escolares para niños menores de tres años. sin embargo no se olvidan, los perpetradores ideológicos de tamaño despropósito legislativo, de allanar el camino para el adoctrinamiento religioso y resguardar la educación privada con el aumento de conciertos educativos. A toda esta procesión de despropósitos se suma, también, el despido de docentes interinos, la disminución de la plantilla docente, la subida de ratios, el aumento de horas lectivas, el menosprecio de asignaturas como tecnología, música, filosofía.
Una Ley tan disparatada como la Lomce tiene, como no podía ser de otra forma, a toda la comunidad educativa en contra, a todos los partidos políticos, grupos sociales y sindicatos. Sin embargo, al gobierno nada le importó el disenso general e impuso la Lomce por la fuerza. La falta de consenso es un mal compañero de viaje para una ley, dado que ésta durará lo que dure el gobierno que la impuso. Pero la falta de altura de miras del gobierno hace imposible que vean, ni de lejos, esta realidad que en España es recurrente.
Antes de la publicación de la Lomce en el BOE, el sector docente ya estaba muy indignado con otra imposición: el Real Decreto-ley 14/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo. El referido RDL trajo medidas injustas como la falta de cobertura de las bajas docentes hasta el décimo día lectivo, lo que perjudica seriamente la salud de sistema educativo público. La pretendida «contención del gasto» llevó a una situación surrealista: la criminalización de los docentes, de tal forma que aquellos que caigan enfermos tienen que acudir a su trabajo, porque de lo contrario son penalizados económicamente con quitas en el sueldo. Dicha medida parece transmitir la idea de que los docentes faltan a su trabajo con mucha ligereza y hay que controlarlos, lo que constituye el mayor insulto que se ha hecho jamás al sector docente.
Desde PIDE promovimos en la Asamblea de Extremadura una Proposición No de Ley (actualmente llamada Propuesta de Impulso) contra la aplicación del Real Decreto-ley 14/2012, por atentar contra la calidad del sistema educativo extremeño y por poner en riesgo el derecho a la educación de sus alumnos. Es del todo inaceptable que un gobierno se arrogue el derecho, a través de un Real Decreto-ley, de arremeter contra la ciudadanía, que es, al fin y al cabo, lo que ha ocurrido. Decía Albert Einstein que había dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y que del Universo no estaba seguro. Que un gobierno agreda al pueblo del que recibió el apoyo electoral es de una perversidad insoportable, solo al alcance de los que profesan una estupidez infinita.
La Educación Pública es un pilar fundamental para compensar las desigualdades sociales, amén de ser un apoyo imprescindible para el desarrollo social y económico. La educación es el mejor instrumento para conquistar el futuro, y los docentes son los principales activos, de los que la sociedad dispone, para asegurar el éxito en dicha empresa. La inversión en educación pública deber ser una obligación del Estado, el gobierno que no promocione la educación pública, que no la cuide, que no la asista en las necesidades que tenga, es un gobierno que no gobierna para el pueblo y está deslegitimado.
Urge que se derogue el Real Decreto-ley 14/2012, no hacerlo supone perpetuar los ataques a la Educación Pública y negar un futuro mejor a nuestros alumnos.