jueves, 2 de julio de 2015

"Absentismo escolar", de Juan C. López Santiago, publicada en "La carta del día" del Periódico Extremadura, el día 4 de noviembre del 2007.

Absentismo escolar


El amilanamiento que las autoridades manifiestan a la hora de rendir cuentas a los progenitores que
incumplen el deber que les obliga a velar para que sus hijos acudan a clase se traslada a las aulas;
hay alumnos que no van a clase por sistema, sabemos donde no están pero ignoramos a qué dedican
el tiempo que roban a su formación.
Se arbitra un protocolo para paliar esta práctica, una pantomima cuyo objeto, visto lo visto no es otro
que justificar un procedimiento para después argüir que se ha hecho todo lo posible, que se ha
intentado y patatín y patatán.
Llevo tres cursos en la comisión de absentismo que tiene por misión detectar a los niños que no van a
clase, denunciarlo y tomar medidas para que acudan a clase, y estoy desanimado. La Fiscalía de
Menores debe tener mucho trabajo, o trabajan poco, o hay pocos efectivos, pero el hecho es que no
se hace nada de nada. Cada curso hemos de empezar de cero con alumnos que sabemos a priori no
van a asistir, invertimos nuestro tiempo, levantamos actas, elaboramos un programa de buenas
intenciones que se quedan en papel, hasta la próxima reunión donde de nuevo seguimos el mismo
esquema y así hasta el infinito y más allá. Los niños siguen sin venir, y uno al final tiene la impresión
de que es una figura-florero. Opino que se puede hacer mucho más; para empezar cumplir y hacer
cumplir la ley.
Estos niños comienzan a adquirir hábitos nada saludables, coquetean con sustancias que les
emponzoñan, no saben qué hacer; no pueden trabajar por su condición de menores de dieciséis años,
así que sólo pueden vagabundear, ¿qué futuro les espera?
La Fiscalía de Menores argumenta que estos casos no son preocupantes, que los hay mucho peores y
con eso se levanta la sesión, no hay más preguntas. Punto.
El procedimiento para que un caso se tome en consideración es tan farragoso, tan largo, tan lento que
cuando se quieren tomar medidas es demasiado tarde, los niños han cumplido los dieciséis y como
están exentos de Educación obligatoria... se acabó.
Estoy cansado.
Juan C. López Santiago **
Jaraíz de la Vera


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